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sábado, 8 de febrero de 2014

BOXEO MODERNO

El boxeo moderno nace a principios del S. XVIII, y lo hace en Inglaterra, bajo el gobierno de Guillermo de Orange. En esta época se comienzan a practicar peleas a puño desnudo, pero ya adoptando la posición de guardia y ciertas técnicas en cuanto a los golpes que serán las precursoras de lo que hoy en día se ve representado en los combates pugilísticos modernos. El boxeo es, en esos momentos, una respuesta constructiva al vicio europeo del duelo. En 1681 ya aparece en una gaceta de Londres la reseña de una pelea por dinero, si bien parece tratarse de un acto aislado que no se puede considerar como origen de este deporte. En ella se dice que “Ayer se celebró un combate de boxeo ante el duque de Albermarle entre su repostero y su carnicero; ganando éste último el premio”. El dinero pronto constituye la segunda motivación, tras la antes citada, para el desarrollo de los combates de boxeo.

Ilustración del primer combate de boxeo de la era moderna, en 1861


Sin embargo, el verdadero “padre del boxeo” es James Figgs, nacido en 1695 en Thames Village, Oxfordshire, en una familia humilde. Pronto se convierte en un gran maestro, el primero de este deporte, y abandona otras ocupaciones (era maestro de otras disciplinas, como la esgrima y diversas artes marciales) para dedicarse al pugilismo por completo. Con sus 84 kilos y 1,83 cm. se consagra como la primera gran figura del boxeo, manteniéndose imbatido durante once años, entre 1719 y 1730, en los cuales disputa cerca de 300 combates. Su boxeo era parecido a la esgrima, según los cronistas de la época.
James Figgs (1695-1734)


El noble arte, en un primer momento ligado a las clases altas, pronto degenera al hacerse popular y atraer a las masas, y comienzan a pactarse peleas -ilegales- por dinero. En ellas está permitido prácticamente todo excepto las patadas, los golpes por debajo de la cintura y los golpes una vez que el adversario está en el suelo. La preparación de los boxeadores se reduce a unos rudimentarios ejercicios con pesos y algo de carrera para mejorar su resistencia.

Con la retirada de Figgs en 1730 (moriría por neumonía en 1734) es su discípulo George Taylor, quien le sucede. Sin embargo, el reinado de Taylor no duró mucho, pues en 1733 surge la segunda gran figura de este deporte, Jack Broughton, que conservaría el título hasta 1750. Broughton elabora las primeras normas de este deporte e introduce los guantes, llamados “mufflers”, para prevenir accidentes, y que pronto se consolidarían como un elemento indispensable en el boxeo. Sin embargo, durante los primeros cien años fueron usados solo en entrenamientos, ya que el combate se realizaba sin ellos, e incluso los contendientes bañaban sus manos previamente en una solución de soda para endurecerlos y hacerlos más resistentes.

Jack Broughton (1703-1789)

Las citadas primeras reglas del boxeo (conocidas como Broughton rules), establecidas el 10 de agosto de 1743, eran sólo siete, y fueron las que regularon el boxeo a puño descubierto durante casi 100 años (en concreto, hasta 1838) sin modificaciones.

La idea de elevar el ring seis pies del suelo fue también de Broughton, y fue motivada por el hecho de que, cada vez que un boxeador caía al suelo, sus partidarios entraban en dicho ring para auxiliarle. De igual forma, Broughton introdujo un cuadrado pintado con tiza en el centro del ring, del cual los contendientes tenían que pisar el extremo contrario antes de empezar un asalto.

El movimiento de piernas en el boxeo es introducido pocos años después por Hunt, uno de los discípulos de Brougton, y sirve para aumentar las posibilidades de los boxeadores pequeños, supliendo su falta de estatura con una mayor movilidad.

Prácticamente al mismo tiempo el boxeo llega a Estados Unidos, donde Daniel Mendoza comienza a introducir el boxeo de defensa y ataque, inventando nuevos golpes y movimientos de piernas y demostrando que las esquivas eran mucho más rentables que las paradas con los puños. Gracias a este nuevo estilo, Mendoza, con una estatura de 1,70 cm. y un peso de 75 kg. era capaz de derrotar a rivales de mucho mayor tamaño. Campeón del peso pesado entre 1792 y 1795, es hasta la fecha el único peso medio capaz de vencer en el Campeonato Mundial de los Pesos Pesados. En 1789 abrió su propia academia de boxeo y llegó a publicar un libro, titulado El Arte del Boxeo, de gran influencia en el boxeo de los años siguientes.

Para tener una idea de lo que aún era el boxeo en este tiempo se puede reseñar que, en la pelea por el título de Mendoza frente a Jackson disputada en 1795, aquél perdería el título tras ser agarrados por los pelos y golpeado con la otra mano por su adversario.
Daniel Mendoza (1764-1836)


Es en 1838 cuando se regulan ciertos aspectos jurídicos de los combates, sobre todo en lo relativo a las apuestas, por medio de las llamadas “Reglas del ring de premios londinenses” que comprendían un total de 29 normas.

En 1861 se tienen noticias de algunos combates entre mujeres, si bien las fuentes no parecen muy fiables.

La segunda gran modificación de las reglas del boxeo moderno fue obra John Solton Douglas, marqués de Queensberry, quien en 1867 introdujo un nuevo código de doce reglas que, con muy pocas modificaciones, han subsistido hasta nuestros días. Entre ellas, las más destacadas fueron el uso de guantes acolchados, una lona en el suelo y los asaltos de tres minutos con un descanso de un minuto entre los mismos. También reguló la posibilidad de ganar el combate por puntos, y las caídas, durante las cuales no se podía atacar al adversario por estar éste considerado fuera del combate provisionalmente, situación que derivaba en el fuera de combate definitivo si no se levantaba. Sin embargo, algunos autores atribuyen la elaboración de estas normas a un boxeador de origen humilde llamado Arthur Chambers, quien las habría redactado tras la observación y práctica del boxeo durante muchos años. Este extremo no ha podido ser demostrado –algunos autores defienden incluso que Chambers en realidad se llamaba Chamberlain y no era boxeador sino periodista-, y dado que la vigencia real de dichas normas se produce ya en 1872 en un torneo disputado bajo el patrocinio del marqués de Queenberry, ha sido a éste a quien la historia ha consagrado como el auténtico autor de las normas del boxeo actual.

En 1880 se disputa el primer campeonato oficial en EEUU, enfrentándose Joe Goss (campeón inglés) y Paddy Ryan (irlandés nacionalizado). Después de 87 asaltos, vence el segundo de ellos.
Paddy Ryan (1851-1900) y Joe Goss (1837-1885)


Por último, es con James John Corbett con quien se empieza a desarrollar el concepto de estilista en el boxeo, frente a la figura del pegador predominante hasta entonces. Este boxeador de San Francisco introduce el gancho de izquierda y fue el primero que disputó un combate protegido por la policía, el disputado frente a John L. Sullivan por el Campeonato del Mundo de todos los pesos el 7 de septiembre de 1892. Asimismo, sería el primer boxeador filmado en una película -en 1894, en una pelea contra Pete Courtney- con el entonces flamante kinetoscopio de Edison.
James John Corbett (1866-1933)


En 1904 el boxeo se introduce en los Juegos Olímpicos de Saint Louis en EE.UU. Este hecho marca ya la inclusión del boxeo en la historia del deporte moderno como una especialidad reglada por completo y extendida universalmente. Las modificaciones a partir de ese momento serán ya menores, llegando a la actualidad sin apenas cambios importantes.

Algunas expresiones del boxeo actual tienen su origen en esta época previa analizada. Así, la palabra ring proviene del hecho de que, en los inicios -siglo XVIII, hasta la elevación del terreno por parte de Broughton- los espectadores se agolpaban alrededor de un improvisado círculo en el que se desarrollaba la contienda. El “tirar la toalla” deriva de la situación que se producía cuando, al estar un boxeador en condiciones de no seguir la pelea ni de abandonar por su propia voluntad, su segundo lanzaba al aire la esponja que usaba en los descansos para limpiarle la sangre que, al desarrollarse los combates sin guantes, manaba en ocasiones abundantemente de su rostro.

Sin embargo, la procedencia de la palabra boxeo es aún una incógnita. Entre las distintas teorías se encuentran:

la que defiende que procede del latín “pugnus”, que significa puño

la que propugna su relación con el vocablo griego “puxos”, que significa caja

por último, y como la más fiable, parece la que la relaciona con la expresión “boxing up”, introducida en el siglo XIII por el fraile italiano Bernardino, después elevado a santo, que persuadía en los retados a duelo de defender su honor mediante los puños desnudos en lugar de hacerlo con armas.

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